A la hora de la determinación sobre las causas que llevaron al desastre, muchos son los factores que desembocaron en uno de los peores accidentes en la historia de la aviación mundial. Desviación en la trayectoria, errores técnicos, mecánicos y humanos llevaron a que un aerotransporte en excelentes condiciones colisione en plena Cordillera de los Andes, dejando un saldo de 29 fallecidos.
Fairchild FH-227D |
El abanico de servicios que ofrecía el TAMU incluía la
posibilidad de trabajo con entidades privadas a través de diferentes formas de
pagos. Debido a esto, el equipo de rugby uruguayo Old Christians contrató un
viaje hasta Santiago de Chile en Octubre de 1972, donde iba a competir en un
partido. Tal como señalaron los peritajes, el avión se encontraba en óptimas
condiciones, con tal solo 792 horas de vuelo sobre sus alas.
La trayectoria pactada en un principio constaba de una
longitud de 635 kilómetros, con una escala intermedia en el aeropuerto “El
Plumerillo” de la ciudad de Mendoza, para luego continuar su viaje hacia el
destino en Santiago. Con 40 pasajeros y 5 tripulantes, a las 14:18 horas despegó
hacia el Sur, con un tiempo de viaje estipulado en 45 minutos.
Una hora después, la tripulación toman contacto con la base
aérea en Santiago, quienes afirmaban que iban a tomar curso hacia el norte, hasta
el aeropuerto Pudahuel. Aquí fue cuando los primeros síntomas comenzaron a
reportarse, ya que la nave se localizaba en una posición totalmente diferente,
perdiendo altura y rodeada de mucha turbulencia a causa de una tormenta de
nieve.
Con nula visibilidad y una proximidad peligrosa entre las
alas y las montañas, el avión comenzó a despedazarse. En un primer
momento, la parte inferior de la cola y el ala derecha desaparecieron, las
cuales impactaron contra el fuselaje y lo destruyeron por completo. Por otro
lado, la parte trasera se despegó del cuerpo de la máquina, incluyendo la sección
de pasajeros y equipaje. Finalmente, el FAU-571 terminó colisionando contra un
espacio rocoso a 4.400 metros de altura, y el fuselaje se desplazó 725 metros
hacia abajo, hasta el glaciar llamado “Glaciar de las Lágrimas”.
Errores técnicos
Al momento de desvelar las falencias durante la trayectoria,
los peritajes permitieron saber que la aeronave tenía una desviación de 80 kilómetros
respecto a la preestablecida. La clave pasó por un error en el rumbo, 030
grados en lugar de 014 grados, causa por la cual el Fairchild voló nuevamente
hacia territorio argentina en lugar de Chile.
La tarea de informar cuanto tiempo consumiría cada trayecto
establecido conformó otro de los puntos más importantes. Precisamente a las
15:21 horas, el capitán afirmó haber tomado contacto con el cerro Curicó un
minuto más tarde, cuando en realidad tendrían que haber sido once ya que faltaba
recorrer 70 kilómetros. Además, el avión incluía el sistema de medición de
distancias, con lo cual el error pudo haber sido previsto. Finalmente, la declaración “tomar contacto
visual con Curicó” fue totalmente contradictoria ya que, en ese momento, la visibilidad era nula debido a la gran cantidad de nubes presentes.
En definitiva, luego de realizar varias investigaciones
pertinentes, se llegó a la conclusión de que la principal causa del trágico
accidente no fueron errores de navegación, sino un mal funcionamiento del
sistema de medición de distancias. Los vuelos realizados por los otros modelos
de Fairchild no reportaron errores sobre ese sector, ya que fueron
realizados con total normalidad.
Fuente: http://interdefensa.argentinaforo.net/t5291-a-40-anos-del-milagro-de-los-andes-accidente-del-fau-571
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